sábado, 24 de julio de 2010

Petroushka en Viena

La vasta producción musical de los grandes compositores nos revela rasgos escenciales de su personalidad y no siempre tenemos la oportunidad de conocer alguna anécdota vivencial que nos permita conocerlos un poco más a fondo.
Eduardo Arzate Valdés
Fuente: http:\\www.retroklang.com

En Crónicas de mi vida, Igor Stravinsky cuenta lo siguiente respecto del estreno de su ballet Petroushka en Viena a cargo de los Ballets Rusos de Serge Diaguilev y a su “relación” con la ópera Tristán e Isolda de Richard Wagner:
Viena ha dejado en mí un amargo recuerdo. Me sorprendió enormemente la hostilidad con que la orquesta acogió los ensayos de la música de Petroushka. Nunca me ocurrió nada semejante en ningún otro país. Reconozco que en aquella época algunos fragmentos de mi música no eran fáciles de aprender de entrada por parte de una orquesta tan conservadora como la de Viena. Pero nunca imaginé que su odio alcanzara los límites de sabotear manifiestamente los ensayos y de proferir a voz en grito injurias tan groseras como: Schmutzige Musik! (¡Música de mierda!). Por lo demás, esta hostilidad fue compartida por toda la administración, aunque estaba especialmente dirigida hacia el gerente de la Hofoper, un prusiano, pues fue él quien invitó a Diaguilev y a su compañía. Eso hizo estallar la rabia y los celos del ballet imperial vienés. Además, los rusos, en esa época, no contaban con el apoyo de Austria porque la situación política era ya muy tensa. No obstante, la representación de Petroushka concluyó sin grandes protestas e incluso con un cierto éxito, a pesar de los gustos y costumbres caducas de los vieneses. Para mi sorpresa, un operario del teatro, cuya función era la de bajar y subir el telón, me dejó un recuerdo reconfortante. Yo me encontraba casualmente a su lado. Afligido por la decepción de la orquesta, este gentil hombre, con patillas al estilo Francisco José, posó su mano en mi hombro y me dijo: “No esté tan triste. Hace cincuenta años que estoy aquí. No es la primera vez que esto ocurre. Con Tristán pasó lo mismo.”

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