sábado, 24 de julio de 2010

El Arte de interpretar: Mercado y Estado

El tercer número de Tesituras, si tomamos en cuenta el cero como punto de partida de nuestra iniciativa editorial, ha buscado su eje temático en la interpretación musical; elemento consustancial al fenómeno sonoro, al menos así lo ha sido hasta nuestros días.

Más allá de las diversas formas en las que se aborda el proceso interpretativo en este número, no podemos dejar a un lado el papel que han jugado y siguen jugando las instituciones educativas en la formación de músicos profesionales. Es sabido que el complejo oficio de organizar los sonidos se ha cultivado y refinado desde tiempos remotos a través de la tradición oral y la imitación, para dar paso posteriormente al trabajo especializado del maestro y el aprendiz.

La iglesia y el Estado han acogido con mayor fuerza la formación de compositores e intérpretes a lo largo de los últimos siglos. En el caso de México, el Estado toma en sus manos y asume una posición de liderazgo en la materia hacia mediados del siglo XIX, posición que hasta el día de hoy mantiene.

Las escuelas más importantes constituidas a lo largo de nuestra historia en dos siglos de vida independiente, a saber: Conservatorio Nacional de Música, Escuela Superior de Música, Escuela Nacional de Música, Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (Xalapa), Conservatorio de las Rosas (Morelia), han sido las que fundamentalmente han encabezado la formación de profesionales de la interpretación y la composición en nuestro país. Hay que decir también que de esas instituciones han salido y siguen saliendo en un alto porcentaje, los jóvenes que nutren proyectos alternativos a la tradición académica.

Cabe detenerse en este punto y reflexionar sobre la necesidad de fortalecer, depurar y vitalizar aquellos proyectos que han demostrado con producción, adaptabilidad a los cambios y capacidad de supervivencia su viabilidad histórica, no obstante las dificultades externas e internas a las que se han enfrentado.

La oferta educativa musical profesional del Estado Mexicano debe concentrar sus energías en posibilitar y garantizar, con todos los medios a su alcance, la formación de profesionales de alto nivel con un profundo conocimiento de su materia y maestría en el dominio de las herramientas musicales.

Para nadie es desconocido en nuestro medio el poco favor que se hace a la calidad profesional con la proliferación de ofertas tentadoras a nuestros estudiantes para incorporarse precozmente al mercado de trabajo a través del “hueso”, salarios disfrazados de becas, diplomados y certificaciones exprés. El espejismo generado por dichos proyectos se diluye rápidamente, dejando tras de sí, por un lado, profesionales con desarrollos truncos y, por el otro, dividendos económicos y políticos capitalizados por terceros.

Consolidar nuestro cuerpo docente, perfeccionar los procesos académicos desde la selección de aspirantes, revisar planes y programas de estudio, implementar un programa de estímulos institucionales y privados que permita a los estudiantes comprometidos y capaces llevar a término su educación sin necesidad de chambismos y huesos es el imperativo para nuestras instituciones.

En resumen, una interpretación musical fidedigna y de alta calidad profesional pasa necesariamente por garantizar la formación integral y completa de cuadros altamente calificados en todos los aspectos, la cual los dote de un arsenal de herramientas que les permita descifrar y transformar su realidad y no ser víctimas de ella.

Omar Hernández Hidalgo (1971-2010)

Breve semblanza

Importante y reconocido violista mexicano, egresado de la Escuela Superior de Música del INBA, fue ganador de importantes premios tanto de nivel nacional como internacional y recibió numerosas becas de diversas entidades culturales e institucionales. Desde 1997, fue miembro de ONIX y del Cuarteto de Cuerdas de la Ciudad de México con los cuales realizó varias giras internacionales. Presentó con el Ensamble InterContemporain la obra Eclat/Multiples de Pierre Boulez, por lo que fue invitado por el propio Boulez y Christophe Desjardains a especializarse en Francia. A su regreso a México, concursa y gana la plaza de profesor de viola en la Escuela Superior de Música.

Estrenó en México diversas obras para viola y fue solista de orquestas nacionales y extranjeras. Como Director Artístico y Coordinador General del Archivo Julián Carrillo, publicó en 2000 el primer catálogo integral del mismo y fungió como Director Ejecutivo y Artístico de los dos últimos CD´s de la Música de Julián Carrillo. Como recitalista y miembro de diversos ensambles de cámara, realizó más de 60 estrenos mundiales, grabó 13 CD´s y se presentó en importantes salas de México, Europa y Estados Unidos.

En 2001, fue admitido en la Academie de Musique du XXe siècle, en París, Francia, apoyo que se otorga únicamente a los mejores alumnos de las escuelas y conservatorios europeos, becado por el Ensamble InterContemporain, el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París y la Cité de la Musique. Fue también admitido en la Academia Europea de Música en Aix-en-Provence, Francia, donde obtuvo el 1er. premio de la crítica al mejor instrumentista de la Academia y del Festival Internacional de Arte Lírico.

En 2007, concluyó el Doctorado en Música con especialidad en viola, en The Indiana University Jacobs School of Music bajo la tutela de Atar Arad, siendo primer músico mexicano en obtener un doctorado en viola. En 2008, realiza otra grabación profesional en CD para el sello internacional Kairós.

El 25 de mayo pasado, durante el 32 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, presentó las obras Tijuana (2009) y Laberinto de soledades (2009), de Alejandro Cardona; Hacia la gravedad (2009), de Luis Paul Millán; Solar (2009), de Paul León Morales, así como Variaciones sobre un mismo espacio (1998) y Ella también miraba al cielo (2009), de Israel Sánchez González, y Vuelo 2010, de Tonalli Magaña.

Omar Hernández Hidalgo (1971-2010)

Irrumpió atroz y violenta en nuestro microcosmos. Ya hace algún tiempo nos había estremecido hasta la postración con la obscena cacofonía de la “Culebra” en su segundo golpe de tambor, allá mismo en Tijuana.

Hoy nos golpeó de frente en la cara, en los huesos, en el cerebro, como dice Valentín.
Omar Hernández Hidalgo, fue violentamente asesinado en las calles de Tijuana sin que mediara un aparente ajuste de cuentas, sin que mediara fuego cruzado, sin que mediara absolutamente nada fuera de la violencia hecha cotidianeidad.

Estupefacción es lo que se respira entre los músicos de México ante la pérdida de un joven valor de talento irrepetible, formado entre nosotros, producto de su trabajo y voluntad, de la de sus maestros, de nuestra Escuela Superior de Música.

No es una muerte más en la vorágine que hoy vivimos y, ¡ojo!, con esto no pretendo menospreciar la vida de ninguno de aquellos que la han perdido. NO. Para los músicos de México hoy operó un cambio en nuestra percepción de la vida y en nuestras conciencias, surgió una disyuntiva ineludible, tan tajante como aquella del dramaturgo inglés.

NO SER:

Llorar nuestro dolor en la parálisis y conceder con el silencio a la lógica que criminaliza la existencia. Dejar abierto el hoyo negro del abismo cobarde que cancela toda ruta en nuestra mente por dar un vuelco a lo que nos ahoga.

SER: ¿¡Cómo llegamos hasta aquí!? Rebobinemos la cinta y ahí estarán ellos, Sí ellos mismos, con su cabello teñido y ridículo, sus labios inflamados de Whisky, con todo y su Iniciativa “renovadora”. ¿Y ustedes y nosotros? Estupidez, ingenuidad, complacencia, complicidad.

Artistas… simples mortales.

Cuauhtémoc Rivera Guzmán
Director de la Escuela Superior de Música

Noticias

Conferencia de Carlos Manuel Estefanía

El pasado primero de diciembre el maestro Carlos Manuel Estefanía presentó en el Salón de Usos Múltiples de la ESM la conferencia “Y Juanes cantó en la plaza”. El maestro Estefanía realizó estudios de Filosofía en las Universidades de La Habana y Moscú, licenciándose en 1987, en la especialidad de Materialismo Histórico. Radica en Suecia, donde recibió el título de magister en educación, por la universidad de Estocolmo. Es director de la revista de dsitribucion internacional Cuba Nuestra, así como del periódico El Nuevo Mundo con sede en la ciudad de Miami. La charla consistió en un análisis crítico del posible nuevo giro en la política cultural del estado cubano. Tomando como excusa el concierto que Juanes y otros artistas hispanoamericanos llevaron a cabo en la plaza de La Revolución en la ciudad de La Habana en septiembre de 2009. Partiendo de la crítica cultural, el maestro Estefanía encuentra algunos elementos que le permiten entrever una posible distensión entre el pueblo cubano en el exilio y el que se encuentra en la isla. La cultura –en este caso musical- se ha convertido para Estefanía en un espacio de negociación posible a favor de las libertades del pueblo cubano. La charla fue amena y se apoyó con imágenes documentales del concierto. La conferencia fue organizada como parte del seminario Reflexión para la acción de la ESM.

Clase Magistral de Carlos Stagnaro

El pasado viernes 26 de marzo el reconocido bajista peruano Oscar Stagnaro, profesor del Berklee College of Music, coautor del libro Latin Bass Book y ganador del Grammy Latino 2001 y 2003 por las grabaciones, junto con Paquito D’Rivera, de los discos Live at the Blue Note y Brazilian Dreams, impartió una Master Class en la ESM. Participaron los alumnos de la clase de ensamble del maestro Pablo Wong y la Orquesta de Salsa de la ESM.
Durante toda la mañana, en la Sala Angélica Morales, tanto los alumnos como el público presente aprendieron técnicas de improvisación y de estudio, además de deleitarse con la música de este gran bajista.

Ciclo de Ópera

Como parte de las actividades de la ESM, el 18 de marzo se inauguró el ciclo de ópera en la sala Silvestre Revueltas de Fernández Leal. El banderazo de inicio de este proyecto se dio con la proyección de la ópera Plateé de Jean-Philippe Rameau, con comentarios del maestro Roberto Ruiz Guadalajara.
Este proyecto continuará el próximo ciclo escolar con la proyección de otras óperas y con comentarios de diversos invitados.

Homenaje a la Mtra. María Teresa Rodríguez

El pasado viernes 6 de noviembre de 2009, se llevó a cabo un merecido homenaje a la trayectoria artística y docente de la maestra María Teresa Rodríguez en la sala Angélica Morales del plantel de Fernández Leal. Durante el homenaje, se presentaron el dúo Cadena de la Sierra, interpretando piezas de Claude Debussy y de Carlos Chávez, y el dúo de violín y piano, integrado por Cuauhtémoc Rivera y Yolanda Martínez, interpretando piezas de Aaron Copland, Manuel M. Ponce y Jean Michel Jarre. Durante la ceremonia de develamiento de la placa, a la que asistieron miembros directivos del INBA y CONACULTA fuimos testigos del finísimo sentido del humor que posee la maestra Rodríguez.

Clase Magistral de Eddie Gomez Trio

El pasado jueves 3 de diciembre del 2009, ofreció The Eddie Gomez trío una master class en la sala Angélica Morales sin costo alguno para la comunidad de jazz de la ESM. Posteriormente los miembros del trío dieron clínicas individuales para sus respectivos instrumentos: Eddie Gomez para contrabajo, Stefan Karlsson para piano y Rodrigo Villanueva, para batería. La master class y las clínicas fueron posibles gracias al contacto que logró el maestro Eduardo Piastro con Rodrigo Villanueva proponiéndole la colaboración con la escuela. Las clínicas ayudan a que los alumnos entren en contacto directo con los artistas de renombre así como para aprender y conocer los problemas prácticos de la profesión musical.

Apoyo a los alumnos haitianos

El desastre natural ocurrido en Haití el pasado 12 de enero fue una tragedia que afectó directamente a miembros de la comunidad de la Escuela Superior de Música. Jean Olson Joseph, Djuvens Colas, Jean Israel Jean Baptiste y Merlin Jean Gilles son alumnos de origen haitiano de la academia de jazz que actualmente residen en México y desafortunadamente sus familiares, residentes de Haití, sufrieron directamente las consecuencias del terremoto. En un esfuerzo por ayudar económicamente a los alumnos, se hizo un llamado a la comunidad y se logró recaudar a través de donativos voluntarios la cantidad total de $12,972.40 m.n., entre el personal directivo, escolar y de trabajadores de ambos planteles de la ESM y de la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas (SGEIA), el cual se repartió equitativamente entre los cuatro alumnos. Agradecemos a todos el gran apoyo y cooperación demostrados en este acto solidario.

Documentos para la historia de la música en México

En este número de Tesituras dedicado a la interpretación musical, hemos decidido presentar un texto sobre las escuelas nacionales de interpretación escrito por el pianista Salvador Ordoñez Ochoa (1894-1967). Este singular pianista, discípulo de Ponce y formado en Europa (París, Berlín y Budapest), fue un denodado impulsor de la música del siglo XX. Fue el alma de la Sociedad de Arte Musical Contemporáneo y de la Academia Rubinstein, verdaderos templos de cultivo de la música de los autores más avanzados en los decenios 1930-1950. Estrenó el Concierto para piano de José Rolón y fue un distinguido maestro del Conservatorio Nacional, institución que dirigió del 16 de diciembre de 1941 al 31 de diciembre de 1944. El texto que hoy se edita fue publicado originalmente en la revista Arte (I/5, 15 de agosto de 1926, pág. 4). Constituye una requisitoria muy justa en contra de la unilateralidad de las escuelas, que desde su reducida perspectiva pretenden abarcarlo todo. La revista Arte surgió en el seno de un grupo de brillantes y entusiastas conservatorianos. Fue dirigida por Juan León Mariscal (1899-1972) y en ella fungió como Jefe de Redacción, Luis Sandi Meneses (1905-1996). Sus oficinas se ubicaron en Guatemala 90-E, justo en el centro de la ciudad de México. La publicación vivió del 15 de abril de 1926 al 15 de agosto de 1929 y comprendió veintidós números.

Juan José Escorza

Las Escuelas

[individuales de interpretación]

por Salvador Ordóñez Ochoa

Con alguna frecuencia se ha dicho que el atraso de México en materia musical se debe a la falta de buenas escuelas y tradiciones puras, ¡Nada más exacto! La técnica es el medio al servicio de la expresión. Sin el dominio completo de ella, nuestra personalidad no se desarrolla ni podemos darla a conocer a los demás sino de manera defectuosa. En México no sabemos estudiar y de ello no nos damos cuenta hasta que vivimos algunos años en Europa. Nuestra intuición fracasa ante problemas que no sabemos resolver sin una base científica con reglas precisas. A pesar de todo el autobombo y de las maravillas que cuentan nuestros artistas de sus éxitos en el extranjero, nadie los toma en consideración en el mundo del arte, salvo dos o tres cuya actuación ha pasado casi inadvertida por lo breve.

Una de las causas principales ha sido la falta de selección atinada y de apoyo por parte de la Secretaría de Educación que ha gastado mucho dinero en sus pensionados con resultado paupérrimo. Este asunto fue tratado por mí en un extenso oficio dirigido desde Leipzig al entonces Secretario del ramo sin obtener ningún resultado ni atención, como ocurre con todo aquello que encierra una sencilla verdad trascendentales que incomoda. Codos, empellones, reclamo, intriga y autobombo necesita un artista en la actualidad para abrirse camino. En estos tiempos de las masas y de la “mediocrización” del mundo encabezada por los Estados Unidos, el talento se cotiza a ínfimo precio. Solamente existen dos senderos para el artista de hoy: la intriga o un mérito tal que se imponga por el solo peso de una personalidad aplastante. Pero hagamos a un lado consideraciones de carácter filosófico y volvamos a nuestra primera tesis, no sin antes recordar el caso de un artista rumano, aplicable, quizá alguna vez, al ambiente mexicano. En Europa conocí a un joven violinista rumano, pensionado por su gobierno, cuyos primeros conciertos en Alemania e Italia constituyeron un colosal éxito. Precisamente en el momento de lanzarse nuestro artista a los grandes públicos le fue retirada su pensión para ayudar a los nuevos recomendados y amigos del ministro de instrucción. Sin recursos para continuar, vióse obligado a regresar a la Patria en donde la indiferencia más absoluta y la envidia sorda de los compañeros le hostilizaron a un grado tal que tuvo que dirigirse a los Estados Unidos en donde hoy goza fama, libertad y aprecio. En su país le fue insoportable. Además de la indiferencia a que fue sometido se le acusó de miles de defectos de escuela. La crítica de países como Alemania no valía nada. Solamente cada uno de sus adversarios poseía una “escuela moderna”. Añádase que nuestro amigo no era un violinista brillante (cosa que aman los pueblos latinos), sino un intérprete culto y severo. Otro caso semejante fue el de Busoni quien, una vez hecho grande en Alemania fue en Italia proclamado: “il nostro massimo pianista”. Yo creo que a nuestros artistas habría que recordarles aquellas palabras de un maligno crítico que dijo a D’Albert últimamente: “weniger heiraten, mehr üben”. Nosotros diríamos: “menos discusiones sobre escuelas y más horas de estudio”.

En realidad, el más acertado en cuestión de sistemas y escuelas ha sido el violinista [Rafael] Galindo, quien ha declarado que todas las escuelas se han fundido en una sola y que el virtuoso moderno toma de cada una de ellas lo que más le conviene, dadas sus facultades y tendencias. Esto mismo es aplicable a los pianistas.

En materia pianística, tan insensato es aprender el empleo únicamente de los dedos y el puño, como absurdo sería usar solamente el brazo para todos los casos de técnica del piano con exclusión del movimiento de los dedos. En el primer caso hay dureza, rigidez, cansancio y pobreza de sonido. En el segundo existe falta de variedad de toucher; no hay firmeza, agilidad ni virtuosismo. Mugeline ha hecho mucho bien a los italianos y mucho mal a los alemanes. Breithaupt (ex discípulo de Teichmüller) tiene razón, aunque solo en parte. Martin Krause, más aún, la tiene también. Leschetizky, Paderewsky, Léhvinne, Borowsky, Arrau, Leginska, son pianistas en quienes predomina, la claridad, la agilidad y la fuerza de los dedos y quienes no acostumbran tocar con todo el brazo. En cambio, Paolo Galico, Olga Steeb y todos los discípulos de Breithaupt, o de escuelas semejantes, son figuras secundarias. Negarlo, más que ignorancia, sería mala fe. ¡Hay quien por esnobismo declarase últimamente “anticuado” y pasado de moda a Beethoven!

Todo esto, en el fondo, es el arma de los instrumentistas y profesores para ganarse adeptos y discípulos uno al otro. Es, en una palabra, la lucha del pan de cada día en un ambiente provinciano y estrecho. Si logramos poseer dedos de acero y seda, al mismo tiempo; si sabemos ahorrar y emplear inteligentemente nuestra fuerza, manteniendo el brazo suelto y blando aún en pasajes puramente de dedos; si sabemos distinguir con precisión aquellos sitios en los cuales debemos levantar o no los dedos de la tecla y tocar con el brazo o sin él, etc., etc., entonces obtendremos una gran técnica, colorido vario y habremos así reunido las escuelas todas en una sola. Además, cada artista se crea –cuando llega a la altura de una verdadera independencia de espíritu– una técnica especial. Hacer que nuestros discípulos sigan todos nuestros pasos es absurdo y antipedagógico.

Conversación con Maritza Alemán

No hay nada mejor que ser cantante, he vivido plenamente en la ópera

Conversación con Maritza Alemán

Amelia Sierra y GESM


Amelia Sierra: ¿Cuál fue el primer acercamiento que tuvo usted con el canto?

Maritza Alemán: Mi mamá cantaba en el coro del pueblo y tenía una retentiva musical maravillosa. Ella cantaba desde que salía hasta que se metía el sol. En aquel entonces había una serie de filmes con Deanna Durbin, que cantaba ópera. Me gustaba cuando regresábamos del cine porque ella cantaba las arias y yo las aprendía de ella.

Como provenía de una familia nada adinerada, cuando tenía diecisiete años entré a trabajar en el departamento jurídico de la SEP. Un día una de las señoras del trabajo me oyó cantar y me dijo: -¿Por qué no vas a estudiar con un maestro que conozco? No te va cobrar caro. Se llamaba Alberto Sanz, vivía en la colonia San Rafael y sabía tanto de ópera como yo, porque la primera aria que me puso a cantar fue Suicidio de Pompieli.

A S: ¡Suicido! (Risas)

M A: ¡Suicidio! ¿Verdad que está de risa? ¡Yo no sabía nada! La cantaba con mi vocecita normal. ¡Hasta después me enteré lo que era! Tiempo después me conocieron otras personas y me recomendaron al maestro José Pierson. Él me enseñó muchas cosas. Después entré a la academia de la ópera de Bellas Artes que existía en aquellos tiempos, donde se preparaban los futuros miembros de la compañía de ópera de Bellas Artes. Allí fue donde, durante cinco años, estudié todo mi repertorio de ópera. Había clases de solfeo, de idiomas, de maquillaje, de actuación y del repertorio de ópera.

Un día, cuando estaba estudiando precisamente La Bohème con Salvador Ochoa, gran director y músico, llegó Carlos Díaz Dupont y dijo al maestro Salvador: -Chava, ya está el contrato de Mary para dentro de un mes con La Bohème y así fue como empecé.

A S: ¿Cómo resumiría el proceso técnico del canto?

M A: Creo que depende de cada uno, de la sensibilidad, la intención mental ¡Pero, sobre todo, la actitud! Porque hay quienes se cierran mucho, tienen facultades maravillosas, pero simplemente no pueden expresarlas. Siempre trabajo lo más posible en dar a los alumnos las herramientas necesarias para que expresen su arte a través del cuerpo, el instrumento más íntimamente ligado al ser humano, eso es muy importante. Porque se canta con todo el cuerpo, no se canta con la garganta. Es difícil hacerlo entender por la época que vivimos. Antes no era así, éramos más saludables, más naturales…simples. Con una potente actitud frente a la vida.
Es muy importante conocerse emocional y físicamente para poder cantar con la expresividad vocal, porque las cuerdas están dentro del cuerpo, no están fuera como en el piano o el violín. Es bastante diferente, aunque también el artista del violín tiene capacidad de sentir ¿no es así? Pero el proceso es diferente, el proceso de ellos creo que es de afuera para adentro, mientras que el nuestro es de adentro para afuera.

A S: Recuerdo que una vez usted me dijo que de su maestro Pierson había aprendido a respirar ¿Cómo debería un estudiante aprender este proceso de respiración? Cosa que para mí constituye la base del canto.

M A: No es lo mismo respirar para hablar que respirar para cantar, hay una pequeña diferencia. Para hablar respiramos por la garganta y para cantar se necesita llenar de aire toda la caja de resonancia porque de no ser así, se empieza a cantar con la garganta, se acaba el aire muy pronto y se aprietan las cuerdas automáticamente.

Gesm: ¿Cómo fue su experiencia en el extranjero?

M A: Fui becada por un año. Llegué a un curso a Siena en Italia y después me fui a Milán a hacer audiciones. Tuve la oportunidad de estudiar con Campo Galliani y, cuando me renovaron la beca, me fui para Alemania a estudiar en la Musikschule, que es la escuela superior de música de Munich. Cuando iba a hacer audiciones a las agencias, siempre me acompañaba un amigo bailarín cubano, miembro del Ballet Nacional de Cuba, él hablaba y yo cantaba.

Así estuve durante seis meses, hasta que finalmente me hablaron para hacer una audición en el teatro Ulm para Butterfly. Yo ya la conocía, porque cuando me fui de México tenía acumuladas en mi repertorio nueve óperas cantadas y siete u ocho recitales. Tuve una muy buena audición y al ver que tenía la figura y la voz para el papel me contrataron por tres años. Es increíble pensar que cuando llegué a Europa por primera vez creí que sólo me quedaría un año y acabe quedándome quince.
Fue muy importante trabajar en Alemania porque allá se canta mucho, dos o tres veces por semana. Al principio me hicieron trabajar mucho con el idioma, no porque no se me entendiera, sino para eliminar el acento.

A S: De todas las óperas y experiencias que tuvo usted como cantante de ópera, ¿cuáles son las que más disfruta y recuerda?

M A: Mi ópera favorita es Madame Butterfly de Puccini, sin embargo, una ópera que me fascinó fue Don Carlo de Verdi. ¡Qué maravilla de música!, aunque es muy difícil, sobre todo la parte de la mezzosoprano. El papel de Issabella (soprano) me encantó, porque tiene una grandeza y un carácter señorial que disfruté mucho. En una ocasión durante una presentación de Las bodas de Fígaro, en el dúo de la Condesa y Susana, que es un dúo muy chiquito de apenas dos páginas, ¿creerán que se va equivocando la Susana? Ella cantó mi papel y yo canté el suyo y como es tan chiquito, pues ni modo, ella acabó de condesa y yo de Susana. Al otro día de la función tuvimos ensayo a las diez de la mañana a pesar de haber cantado como treinta veces esa ópera.

A S: ¿Cómo fue que empezó su labor docente en la ESM?

M A: Bueno, acababa de llegar de Alemania y comencé dando clases de alemán cuando la escuela aún se encontraba en República de Cuba. Aquello era tan ruidoso que pasaban los camiones y tenía que detener la clase y decirle a mis alumnos -Esperen a que pase el camión. Después, nos trasladamos a Fernández Leal y seguí dando clases de alemán como año y medio, hasta que la maestra Carmen Vega dijo: -Necesitamos a la maestra Maritza en la academia de canto. Entonces encontraron otra maestra de alemán y pasé a ser miembro de la academia. Aún no existía el canto como carrera, lo que existía era canto complementario. Llegaban todos los estudiantes; guitarristas, pianistas, todo el mundo a la clase a cantar… Eso me sirvió porque me fui enseñando a dar clases, hasta que se empezó a trabajar en el programa de estudios en los años ochenta, entonces ya se fundó la academia de canto.

Gesm: Con los treinta años que ha trabajado usted en la docencia, ¿podría comentarnos qué tanto ha cambiado la escuela, qué tanto ha cambiado usted?

M A: Las circunstancias de la vida han cambiado, uno también tiene que ir evolucionando, es mucho más difícil ahora por todas las cosas modernas que existen y que van en contra de todo de lo que debe de ser un alumno para aprender su arte, es difícil. He evolucionado junto con los alumnos, ni modo, no hay de otra.

Gesm: ¿Cuál es su satisfacción más grande tras haber tomado la decisión de hacerse cantante?

M A: Ser cantante. No hay nada mejor. He vivido plenamente en la ópera, desde muy joven, con quien me casé era director de orquesta y yo seguí cantando. Toda mi vida ha sido el canto, la ópera. Yo digo a mis alumnos: el día de mañana me puedo morir y puedo morir tranquila, yo no fui la Callas, yo no fui la Esteffanno…soy Maritza Alemán y así estoy muy contenta.

“X Encuentro Internacional de Guitarra”

“X Encuentro Internacional de Guitarra”
Entrevista con Ernesto García de León

por Liliana Altamirano


Liliana Altamirano: ¿Qué características debe tener el guitarrista-compositor contemporáneo?

Ernesto García de León: Tener un dominio de su instrumento como cualquier concertista y conocer la composición musical como cualquier compositor, principalmente. Debe conocer la historia de la guitarra y conocer el repertorio de ésta: las diferentes épocas, las técnicas, los estilos, etcétera, por otro lado, tener la capacidad de componer música para cualquier instrumento y/o combinación instrumental hasta el dominio de la orquestación. En mi caso, cuento con Cuartetos de cuerda, obras para piano, tengo dos Sonatas para clavecín solo (existe grabación comercial de las dos), música sinfónica y diferentes combinaciones para música de cámara.

L A: ¿Qué lugar ocupa la guitarra en la llamada música académica de hoy; su importancia en la producción de nuevas obras, rescate e investigación de partituras, preparación de nuevas generaciones, lugar en la industria cultural, proyección y difusión?

E G de L: Desde Andrés Segovia en el siglo pasado, la guitarra ha tenido un auge impresionante y ha dado como resultado una cantidad increíble de intérpretes, compositores, maestros, constructores, investigadores, sin precedente. Existen festivales y concursos para guitarra en todo el mundo, se han hecho grabaciones de la gran mayoría del repertorio que abarca desde el renacimiento hasta nuestros días, la producción contemporánea de música para guitarra es incalculable y cuenta con ediciones, revistas, videos, grabaciones, etc. Su enseñanza está en todos los conservatorios del mundo y los compositores no guitarristas cada vez incluyen más a la guitarra dentro de sus obras. Esto ubica a nuestro instrumento en un lugar privilegiado dentro de la música llamada académica, bastaría hacer una consulta en internet para ver la enorme cantidad de esta producción y difusión de nuestro instrumento.

L A: ¿Cuáles son las tendencias principales de los compositores de guitarra contemporánea?, ¿existe alguna diferencia entre Europa y América Latina?

E G de L: La búsqueda de nuevos recursos idiomáticos y nuevas formas de expresión, la inclusión, cada vez mayor de la guitarra en la música de cámara y en la música electroacústica. Además, constantemente se está experimentando en ampliar las posibilidades técnicas y expresivas; los intérpretes desarrollan más sus posibilidades y exigen mejores instrumentos, los constructores mejoran sus maneras de elaboración, los compositores exigen más al intérprete con su búsqueda y así se forma un círculo que hace crecer y enriquece constantemente al instrumento. Creo que la diferencia entre Europa y América Latina está en su tradición y sus raíces, nosotros como latinoamericanos ya tenemos nuestros clásicos: Villa-Lobos, Barrios “Mangoré”, Lauro, Brouwer, sólo por mencionar a cuatro de los grandes compositores guitarristas de nuestra América, sin olvidar la larga historia del mestizaje cultural que se dio con el encuentro de europeos, africanos y los indígenas de nuestro continente, donde las guitarras y las vihuelas barrocas se transformaron en jarana, cavaquiños, charangos y vihuelas de son para crear una música que nos enriquece y nos ofrece identidad.

L A: ¿Dónde se ubica usted, cuáles son sus inquietudes, proyectos, retos?

E G de L: Creo que mi ubicación es privilegiada, soy una persona afortunada, ya que puedo ver que mi proyecto ya es una realidad. Lo que he sembrado poco a poco desde mi niñez ahora empieza a dar frutos, y digo privilegiado y afortunado porque estoy vivo y puedo gozar de ellos. Mi música se interpreta en muchas partes (tengo muchos intérpretes), se toca en muchos festivales, se usa para exámenes profesionales, es obligatoria en concursos nacionales e internacionales, tengo más de 20 CD’s en los que se incluye música mía, 6 libros de partituras publicados en Nueva York por Michael Lorimer, mi música está en los programas de estudios de muchas escuelas de música de diferentes países, se han hecho arreglos de piezas mías para el jazz, ha sido estudiada para tesis de doctorado en universidades de EU, está incluida en la enseñanza a nivel nacional en Cuba, por ejemplo. Mi inquietud es expresarme por este medio y mi reto es ser mejor cada día.

L A: 2006 y 2008 fueron dos años de homenajes y de reconocimiento para usted y su labor en la enseñanza, composición y difusión de la música de guitarra, ¿qué ha significado esto?

E G de L: Estos homenajes y el reconocimiento a mi trabajo tienen un significado definitivo para mi persona y para mi carrera profesional, me llenan de energía y entusiasmo para seguir por este camino que escogí desde hace más de 50 años y que, como dije anteriormente, tengo la enorme fortuna de vivirlo.

L A: En referencia a su participación en el X Encuentro Internacional de Guitarra, ¿cuáles fueron los criterios de selección para conformar el programa?

E G de L: La idea de la confección de este programa es mostrar un panorama general de lo que es mi trabajo dentro de la creatividad musical. Los 5 preludios Op.37 (1993) pertenecen a una serie de 24 preludios, ellos concentran temas, motivos y eventos que pertenecen a trabajos míos anteriores y posteriores y ofrecen una amplia posibilidad de improvisación. La penúltima pieza es un esquema para la improvisación y la última es el segundo movimiento de mi cuarta sonata para guitarra. Pretendo, en 20 minutos, dar un panorama de mi trabajo.

L A: ¿Contaremos con algún estreno?

E G de L: No tendremos ningún estreno, pero las improvisaciones que realice serán únicas y exclusivas para este concierto.

Ejecutar e interpretar

El Fauno

En la Navidad de 1871 el fotógrafo, matemático y cuentista inglés Charles Lutwidge Dodgson publicó un libro en el que se prefiguraban algunas de las más revolucionarias ideas del pensamiento científico y filosófico del siglo XX. El libro llevaba por título Trough the looking glass and what Alice found there (A través del espejo y lo que Alicia encontró allí) y su autor es mejor conocido en nuestros tiempos por su pseudónimo: Lewis Carroll.

Sin embargo, ese hombre no sabía que no sólo estaba adelantándose por mucho a las ideas de su época, sino que en el sexto capítulo de la citada obra describía con gran precisión y con más de cien años de anticipación a la mayoría de los músicos de nuestros tiempos. De hecho, no fue ese libro, que ahora se conoce como Alicia a través del espejo, sino la versión cinematográfica de otra de sus obras, Alicia en el país de las maravillas, lo que proyectó a Lewis Carroll hacia la fama. Pero lo que interesa a este Fauno prófugo de los bosques es echar una breve ojeada al sexto capítulo de Alicia a través del espejo, ya que en él su autor describe la actitud pedante y frívola de un fantástico huevo que, sentado en lo alto de un delgado y elevado muro, no se da cuenta de lo frágil de su condición, lo ridículo de su actitud y lo riesgoso de su situación, mientras mantiene una extraña conversación con Alicia.

El diálogo que Humpty-Dumpty (pues tal es el nombre del singular huevo) entabla con Alicia, sirve como pretexto a Lewis Carroll para llevar a cabo una crítica velada, pero no por ello carente de agudeza, a las corrientes hermenéuticas de su tiempo. Pero, ¡alto! En este punto un lector realmente inteligente (y recordemos que una persona inteligente no necesariamente es la que tiene las respuestas correctas, sino la que se hace las preguntas correctas) se estará preguntando ¿qué diablos es la hermenéutica? Respuesta: según la definición que nos da el filósofo Mauricio Beuchot en su Tratado de hermenéutica analógica, la “hermenéutica es el arte y ciencia de interpretar textos”. Y aunque espero tener la oportunidad de profundizar en dicha definición en otro momento, me basta con señalar que la parte que ahora debiera interesarnos es la que se relaciona con la interpretación. ¿Por qué? Porque me da la gana y porque recuerdo que cuando ingresé al Conservatorio de Danza, Música y Poesía de Epidauro lo hice porque quería ser MÚSICO. ¡Sí! así, con mayúsculas y negrita. Tal vez no tanto un músico como lo entendía Platón al escribir en el tercer libro de su República que “quien mezcle música y gimnasia en las proporciones más justas, y mejor las haga armonizar con el alma, podrá ser llamado un verdadero músico” ¡ojalá!, sino músico en el sentido de ser un verdadero intérprete. No sólo un ejecutante, sino alguien realmente capaz de entender dentro de lo posible lo que el autor de una obra quiso decir para poder transmitirlo a los demás. No utilizar la obra para mi lucimiento personal, porque, además, ni remotamente soy un virtuoso de la siringa, sino poner mis pocas o muchas capacidades al servicio de las obras para restituirles lo que pierden en su paso por el tiempo, y así poder escuchar la voz del que las creó.

¡Está borracho el Fauno! Dirán algunos babeando espuma. ¡Tal vez no esté tan ebrio! Concederán otros con indulgencia. Mas no me importa lo que digan si no son capaces de otorgar el beneficio de la duda a lo que pienso. Sobre todo cuando al ver a nuestro alrededor noto que en la actualidad es más importante para muchos tocar fuerte y rápido; usar la obra para proyectar en ella sus prejuicios y complejos personales; ser muy precisos a la hora del staccato y del crescendo; pero de intentar comprender las intenciones del compositor ¡nada!

¿Y el huevo? ¡Aaaah sí! Retomemos. Pues a lo largo de su conversación con Alicia, nuestro huevo se comporta primero como un hermeneuta univocista, al pretender que los lenguajes tienen uno y sólo un significado (como más de un ejemplar bípedo que deambula por los pasillos de las escuelas de música alardeando de tener la neta del planeta). Pero de pronto y sin mediar razón alguna el huevo se transforma en el más consumado de los hermeneutas equivocistas, es decir, aquéllos que sostienen que cualquier interpretación es válida, al grado de afirmar: “Cuando yo uso una palabra…quiere decir lo que yo quiero que diga…ni más ni menos”… (como no pocos ejecutantes que, ya sea por ignorancia, soberbia o estulticia, o todo junto, hacen con las obras lo mismo que se hace con el papel higiénico y, al igual que Humpty–Dumpty llegan a decir. “cuando yo toco una obra hago que ésta diga lo que yo quiero que diga…ni más, ni menos”). Y es entonces cuando no puedo evitar contemplar el sagrado mundo de la música como el más delirante de los cuadros de Salvador Dalí: ¡huevos por aquí! ¡huevos por allá! ¡un mar de huevos rasgatripas, sumeteclas, soplapitos, pegagritos, rompeparches, aporreando y castigando inmisericordemente sus inocentes instrumentos! ¡Aaay dolor! Y…¿dónde está la interpretación?

¡Basta de dramatismos! El gran pianista chileno Claudio Arrau decía que un verdadero intérprete es aquél capaz de transformarse en lo que no es, pero, ¿cómo poder transformarnos en lo que no somos si ni siquiera sabemos lo que somos? ¿Qué hacer? Tal vez la solución nos la ofrezca la siguiente parábola de Attar de Neishapur:

´El amante llamó a la puerta de su amada.

- “¿Quién es”, preguntó la amada desde dentro.

- “Soy yo”, dijo el amante.

- “Entonces márchate, en esta casa no cabemos tú y yo.”

El rechazado amante se fue al desierto, donde estuvo meditando
durante meses, considerando las palabras de la amada.

Por fin regresó y volvió a llamar a la puerta.

- “¿Quién es?”

- “Soy tú”.

Y la puerta se abrió inmediatamente.´

El que tenga oídos que escuche. El que sepa interpretar que interprete. El que para tocar sólo tenga dedos que se los meta por las orejas para sacarse la cerilla y aprenda a escuchar lo que los grandes compositores quisieron decir para que intente decirlo a los demás.

Archivo Fonográfico:

Archivo Fonográfico:
Reseñas de discos
por Mariana Chávez Lara

Without Borders

La maestra Asako Arai presentó su disco Without Borders, bajo el sello de la disquera Albany Records, en el que también participan las maestras Ana María Tradatti y Cristina Valdés. El disco busca establecer lazos culturales entre Estados Unidos y México, combinando piezas de compositores de ambos países: Mario Lavista, Roberto Sierra, Joaquín Gutiérrez Heras, Carlos Sánchez Gutiérrez, Lita Grier y Armando Luna.

El proyecto surgió gracias a dos becas otorgadas a la maestra Arai; la primera por parte del Fideicomiso para la Cultura México-EUA y la segunda del FONCA. Las seis piezas del disco, escritas para flauta y piano, expresan un lenguaje tanto tradicional como contemporáneo y una gran versatilidad. En la obra del maestro Sierra se escuchan ritmos latinos aportando mucho “sabor”, pero también se aprecia contenido meditativo y emocional, como en la obra del maestro Lavista, dedicada a un amigo fallecido. “La música, al igual que las demás expresiones artísticas, es un ejercicio de deshacer límites”, comenta la maestra Arai, y su disco es una confirmación de su dicho.

Lluvia de Cristales

Lluvia de Cristales se titula el primer disco del maestro Eric Pérez Segura, debido a un suceso muy inusitado: en un día de grabación dentro de la Escuela Superior de Música, mientras ingresaban el equipo de audio en la institución, uno de los aparatos golpeó una de las puertas de vidrio de la entrada y la hizo añicos, como si hubieran llovido cristales.

Gracias en parte a la beca de jóvenes creadores otorgada por el FONCA y al esfuerzo del maestro Pérez, en este disco se hace una compilación de piezas electrónicas, que muestran un discurso musical muy variado que va desde obras para piano solo, para trío de cuerdas y hasta para grupo de rock. Es la diversidad y el trabajo de muchos años lo que hace de este disco una lluvia de excelentes obras.

Sobre interpretación…

Sobre interpretación…
por Mariana Chávez Lara

“El último objetivo que debe perseguir el intérprete es el de revelar al oyente el verdadero contenido y el sentimiento de la composición, lo que solo puede darse mediante una identificación emotiva entre los sentimientos del intérprete y los expresados a través de la música.”
Carl Philipp Emanuel Bach

La Real Academia de la Lengua Española define la palabra interpretar como la acción de expresar o declarar el sentido de algo, principalmente de un texto. Pero cuando nos referimos al texto musical, siendo la música algo tan abstracto, esta definición no basta. Interpretación musical no es tan solo una lectura correcta de las obras, es el hecho de crear un mundo a partir de ese texto.
Para tratar de entender mejor el proceso de interpretación, se entrevistó a cuatro maestros de la Escuela Superior de Música: Ana María Tradatti, Norma García, Roberto Ruiz Guadalajara y Eric Pérez.

La maestra Tradatti explica que para ella la interpretación parte de una lectura minuciosa del texto, de cuidar y respetar absolutamente todo lo que el compositor escribió. Y mientras va profundizándose en esto, van encontrándose significados. Por ejemplo: si hay un forte, el intérprete, con un análisis armónico, rítmico y melódico, va entendiendo lo que quiere decir ese forte, va discerniendo el contexto para un mejor entendimiento de la partitura.

También comenta que las vivencias y la personalidad del ejecutante aparecen automáticamente reflejadas en la interpretación: “Una persona tímida siente un forte distinto a una persona extrovertida”.

Cuando se le preguntó acerca del estilo, la maestra explicó que es fundamental: “El tipo de sonido que voy a utilizar para Bach o el tipo de sonido que voy a utilizar para Beethoven son totalmente diferentes. Un rubato, por ejemplo, cambia de un compositor a otro, dependiendo de su contexto histórico. Los adornos también son muy importantes, además de que cada vez se han hecho más estudios al respecto”…
Todo esto es imposible de separar, todo se relaciona para una buena interpretación, concluye la maestra Tradatti.

Para el maestro Eric Pérez, la interpretación comienza al utilizar la técnica de ejecución, para después darle un sentido actual. “No basta con tocar lo que dice la partitura, hay que darle vida y un sentido que pueda ser claro para los oyentes”.
Comenta que es muy importante un análisis previo, respetando todo lo escrito. Entender lo que el autor quiso decir en su época, para después darle un significado en el contexto actual, “una especie de relectura”.
En cuanto al estilo, señala que es muy relativo, que lo importante en realidad es mantener la intensidad de expresión: “Aunque Bach se toque en el piano romántico, no por ello se traiciona su obra”.
Durante la entrevista, el maestro Pérez menciona la importancia de crear una escuela mexicana interpretativa. Habla de forjar nuestro propio punto de vista, empezando con nuestra propia música.

“La interpretación es ejecutar la obra, pero tratando de devolver los significados que en ella depositó el autor y que van perdiéndose con el paso del tiempo, lo cual implica una técnica y un trabajo para poder rescatar esos significados”; por su parte comenta el maestro Ruiz Guadalajara. Explica, desde el punto de vista de la hermenéutica, la importancia de devolver el significado a la obra, no el de proyectarse a sí mismo en ella, torciéndola con significados equívocos.
Para clarificar esto, menciona que se debe renunciar a esa parte del yo que uno impone a la obra, para poder, así, escuchar la verdadera voz del autor.

Para acercarse a la obra, primero hay que resolver el proceso técnico y de comprensión desde el punto de vista del análisis y la investigación, y “por último, el proceso más difícil hermenéuticamente hablando es el proceso de compartir. Es decir, que dentro de mi bagaje de experiencias hay algunas que me permiten saber lo que el autor quiso decir. Y utilizo la palabra saber con toda precisión, ya que en latín la palabra saber significa haber probado. Solo sabe el que ha probado de las cosas, que es diferente a conocer. Con conocer uno se refiere a esa parte técnica y de estudio. El saber implica el ejercicio de padecer con, el ejercicio de compasión con el autor. Esa es la parte más difícil, es la parte en la que uno se hace verdaderamente artista.”

Al preguntarle sobre la importancia de las experiencias al momento de interpretar, contestó: “Vivimos en un mundo de experiencias virtuales, conocemos mucho, pero sabemos muy poco. Las obras surgen por el saber de los compositores, por la experiencia de las cosas; y, si nos traen noticias a nosotros de nosotros mismos es porque en el fondo tenemos la posibilidad de compartir esas experiencias. Por lo que las experiencias son lo único que tenemos para nutrir la obra y para que sea realmente un ser vivo y expresivo.”

Piensa que no es necesario tocar con instrumentos de la época o representar una ópera como se hacía antes, ya que los significados cambian, pero sí es importante conocer el contexto y el estilo de la pieza.
La maestra Norma García nos platica que, para ella, la interpretación es un trabajo de acercamiento a lo que pudo ser la idea original del compositor. “Evidentemente -dice- no tenemos la certeza de lo que una pieza quiere decir, pero podemos investigar para tener más amplio el abanico de ideas y al final, decidir lo que queremos hacer.”

Remarca la importancia de guardar cierta fidelidad al autor, lo que se consigue por medio de la investigación y de un estudio minucioso de la obra. Aunque también comenta que después de tener todo esto como base, uno como intérprete puede tomar ciertas decisiones. “En toda obra hay que combinar una línea de fidelidad con una posición personal.” Y son estas decisiones las que tienen que ver con la experiencia del intérprete, por eso es que “hay muchas versiones de un mismo intérprete que van cambiando con el transcurso de los años y de sus vivencias”.

El tema del estilo para la maestra García es de suma importancia: “mientras más elementos tiene uno para abordar una obra, más puede descubrir en ella y más puede dar. Hay que tener un conocimiento teórico para contextualizar y enmarcar la obra. Cuando uno llega a tocar y utiliza estos elementos, la música fluye y se encuadra en lo que el compositor creó. No quiero decir que sea la única manera, pero esto permite ir más allá con la pieza.” Siendo la maestra García clavecinista, aborda principalmente repertorio barroco y clásico, por lo que insiste en la necesidad de un arduo trabajo de investigación de la obra: “en la música antigua hay muy pocas indicaciones en la partitura, por lo que hay que tratar de profundizar en la obra conociendo de historia y estilo.” Concluye la maestra García.

En fin, sobre interpretación se puede decir mucho, pero permítanme contarles algo personal. Cuando comenté a mi padre que deseaba dedicarme a la música, me contestó: “podrás tocar un instrumento, pero si no sabes de humanidades, literatura, economía, ciencias, política… si no sabes lo que pasa en tu entorno, tan sólo serás un monito amaestrado con instrumento, un autómata. Tienes que conocer para así poder crear algo y provocar.” Y me parece que crear y provocar es la finalidad de todo intérprete.

“Sobre el método de trabajo con los alumnos” (2a. parte)

“Sobre el método de trabajo con los alumnos” (2a. parte)
de Abraham Ilich Yampolsky

Posiblemente, usted lector se pregunte qué hace en nuestras páginas un personaje perteneciente a una latitud tan distante.
Para casi todos es bien conocida la trascendencia de la escuela ruso-soviética del piano, el violín y otros instrumentos y la influencia que ha ejercido en muchas otras escuelas y particularmente en la nuestra.

Los grandes intérpretes, como Richter, Gilels, Nikolaeva o Kogan, Oistraj y Tretiakov nos son relativamente familiares. Sin embargo, el trabajo de los pedagogos y formadores de generaciones de músicos como, Neuhaus, Goldenweizer, Yampolsky y Stoliarsky no ocupa un lugar importante en el imaginario de la mayoría de estudiantes y maestros, fuera de Rusia.

A través del presente trabajo, conoceremos un poco de la inmensa labor que implica la construcción de una Escuela músico-instrumental, sus aspectos teóricos y la constante reflexión analítica para comprender la música, crearla y recrearla.
En este número de Tesituras hacemos la segunda entrega del interesante trabajo presentado por el gran pedagogo soviético a mediados del siglo pasado ante la Academia de violín del Conservatorio Chaikovsky de Moscú.

Cuauhtémoc Rivera Guzmán

Basándome en mis observaciones, trataré de señalar algunas características particulares, las cuales se manifiestan en el trabajo con el alumno y, del mismo modo, los métodos de influencia a los que me apego en los diversos casos de mi práctica pedagógica.

1. Incapacidad del alumno para generalizar en el aspecto creativo-musical, en particular, poca habilidad para hacer conclusiones con base en señalamientos particulares del maestro.

En este tipo de alumnos, por lo general, se observan pocos progresos en las cuestiones fundamentales y no visualizan el objetivo central del trabajo, repitiendo una y otra vez los mismos errores en cada obra nueva que se aborda.
En estos casos es sumamente importante concentrar la atención del alumno en lo “principal”, sin distraerlo en detalles y exigencias desmedidas de carácter particular. El método de “machetear” en estos casos, es especialmente dañino, ya que, aunque reporta ciertos efectos (generalmente efímeros), influye en seguir el camino fácil o de menor resistencia, y en esencia, soslaya los lados débiles del alumno.

Lo importante en estos casos es señalar al alumno sus carencias fundamentales, fijarle un objetivo concreto y mostrarle el procedimiento para la realización de dicho objetivo.

2. Asimilación rápida y sin dificultad del material con una incapacidad de llevar el trabajo “hasta el final”. Dicha característica se presenta generalmente entre alumnos muy capaces.

En estos casos es necesario infundir en el alumno la claridad de objetivos y la perseverancia en el trabajo, en la voluntad y constancia requerida para la superación de la dificultad para alcanzar un determinado objetivo artístico.
Una o varias piezas presentadas con éxito en la escena e interpretadas a un nivel de perfeccionamiento de alto acabado, puede ejercer un efecto definitivo sobre el alumno.

3. Emotividad exagerada. Cuando el alumno no está en posibilidad de controlar sus emociones, incluso durante el estudio.

Reeducar este tipo de alumnos en el sentido de una mayor conciencia y concentración en el proceso de estudio con el objeto de liberarlos de una excesiva excitación, generalmente requiere de un periodo prolongado así como de tacto y gran cuidado por parte del maestro para evitar cohibir la individualidad creativa del alumno.
Aquí, es fundamental destacar la importancia del trabajo sobre el ritmo, aspecto que generalmente es de los más débiles entre los alumnos con una emotividad exagerada. En relación con este tipo de alumnos resulta especialmente provechoso el trabajo de reconocimiento previo de la obra al piano, el análisis de su estructura, el desglose del material temático, establecimiento de tempi, etcétera, con el objeto de que el alumno se forme una determinada noción de la obra, previo al trabajo con el violín.

Me he convencido de que tal método de trabajo con alumnos con emotividad exagerada, favorece la estabilidad y una más completa asimilación de la obra a interpretar.

4. Carácter flemático o perezoso. La pasividad al tocar no siempre es indicador de una sensibilidad musical insuficiente o reflejo de características generales del carácter del estudiante. Tal carencia en la interpretación, frecuentemente la observamos en personas que en la vida diaria, ni por asomo, aparentan ser pasivas y carentes de temperamento. Otros, por el contrario, que en su conducta externa pueden aparentar pereza y pasividad, al momento de interpretar lo hacen con buena emotividad.

Me parece que la pasividad en el intérprete, en muchos casos tiene que ver con determinados rasgos psicológicos, consistentes en la incapacidad de mantener por un tiempo determinado un estado de auge emocional.
Desde el punto de vista del método a seguir en la acción pedagógica, es de particular significado la selección de un repertorio apropiado, a través del cual sea posible desarrollar gradualmente el aspecto emocional del intérprete. De gran importancia es también el trabajo sobre la dinámica (matices), en particular sobre los acentos que dan a la interpretación carácter, vitalidad y energía. La exageración de estos momentos en el proceso de trabajo pueden resultar benéficos.

5. Nerviosismo. Para todos nosotros son bien conocidos los casos de alumnos con un alto nivel de nerviosismo cuyo estado psíquico durante la interpretación se caracteriza por su inestabilidad, inseguridad e incapacidad de tener control sobre sí mismos. Lo anterior no sólo se relaciona con la interpretación en el escenario, sino durante la clase, en los ensayos, etc. Dicho estado se refleja en fallas técnicas y errores, repentinas interrupciones en la memoria, aumentos y disminuciones involuntarios del tempo, lo que no necesariamente es resultado de un estudio en casa inconsciente o malo. El fenómeno del nerviosismo al tocar obviamente puede deberse a factores de orden no musical tales como el estado general del sistema nervioso, cuestiones de edad, cualquier tipo de trauma psíquico, etc. Pero hay que decir que dichos problemas se presentan también en personas completamente sanas.

En muchos casos, la razón del problema puede estar en “vacíos” o lagunas en la formación musical, en la preparación técnica, en todo aquello que en su momento no fue debidamente asimilado y trabajado y que más tarde se reflejará en la manera de tocar del músico adulto y consolidado.

Paralelamente a medidas generales tendientes a fortalecer la salud física y del sistema nervioso, el medio más probado y comprobado contra el “mal escénico” es la constante presencia en el escenario, así como el correspondiente “entrenamiento” en clase y ensayos, consistente en “pasar” la obra completa y en tempo.
En cuanto a la influencia del método pedagógico, es necesario señalar: el limitarse a “animar” al alumno resulta insuficiente. Para conseguir una mejoría sustancial, es indispensable discernir los motivos de los fracasos y caídas. A menudo, los errores son consecuencia de una exagerada fijación de la atención en determinadas dificultades técnicas o pasajes, etc. En este caso, se recomienda el método de distraer la atención, cambiar de canal a momentos durante la interpretación. De igual forma, una razón más para el error puede encontrarse en el miedo a un “lugar difícil”, el cual paraliza al alumno al tocar, siendo que en realidad la dificultad se exagera como consecuencia de una predisposición psicológica autosugestiva.

Sucede con frecuencia que el alumno mezcla o “picotea” pasajes, pensando que no lo está haciendo lo suficientemente rápido. En estos casos y otrosparecidos, procuro liberar al alumno de aquellas nociones que le estorban y, analizando diversas tareas técnicas concretas, le demuestro que éstas, en esencia, se componen de elementos simples, cuya correcta comprensión es condición indispensable para superar con éxito la dificultad técnica.

6. Obstinación y rebeldía manifiestas.Generalmente se da entre estudiantes capaces con una marcada individualidad, pero con exceso de autosuficiencia y terquedad, características que le hacen tomar las recomendaciones del maestro con un sentimiento de resistencia y protesta.

Con este tipo de alumnos es necesario ser especialmente flexible. El método del aplastamiento terminante al alumno por principio de autoridad es inviable en estos casos ya que puede conducir a la pérdida absoluta del contacto entre el alumno y el maestro. Al alumno “indómito”, en ocasiones y a su manera, le asiste la razón. Es menester tratar de entenderlo y revelarle los aspectos valiosos y positivos que hay en él. En el proceso de trabajo con un estudiante “difícil” será indispensable encontrar un lenguaje común maestro-alumno. Señalar los momentos positivos en su interpretación sin dejar pasar aquellos negativos que le impiden la realización de sus propios propósitos. Actuando con tacto y con cuidado se logrará que un alumno “rebelde” tome en cuenta las indicaciones del maestro sin que, por tal motivo, se sienta presionado o menoscabando en su individualidad.

7. Diametralmente opuesta a la anterior característica, es cuando el alumno posee buenas cualidades profesionales y con exactitud cumple todo lo señalado por el maestro, sin embargo, está ausente una clara definición de sus gustos, inclinaciones, aspiraciones, individualidad creativa e independencia.

Este tipo de alumnos con frecuencia presentan altos indicadores académicos e inclusive pueden impresionar con su manera de tocar. Curiosamente, dichas cualidades perviven en el alumno solamente mientras están bajo la supervisión del maestro.
Con este tipo de alumnos es necesario desarrollar en clase las cualidades que le permitirán trabajar de manera independiente, formar su gusto artístico y habituarlo al razonamiento propio.

En el caso de que el maestro enfoque toda su atención a satisfacer los “indicadores externos”, (avanzar de acuerdo al programa de estudio, participar en conciertos de alumnos), las consecuencias a futuro pueden ser muy negativas. Precisamente en este tipo de casos observamos cómo, estudiantes que prometían y en los que se tenía alguna esperanza para su futuro, al término de sus estudios, dejan de crecer y poco a poco se pierden en la nada.

Naturalmente, mucho depende de las cualidades personales del propio alumno. En todo caso, es en el maestro en quien recae la mayor responsabilidad y quien debe estructurar el trabajo, no en la línea del menor esfuerzo que, en el caso que nos ocupa, es la línea de la influencia exterior que no estimula el desarrollo de las cualidades internas y creativas del alumno.

8. Iniciativa e independencia. A los alumnos que poseen dichas cualidades no es necesario empujarlos en el trabajo y cumplimiento del plan, así como en el acopio de nuevo repertorio. Ellos mismos, por su propia iniciativa y capacidad de observación, son capaces de anticipar y desarrollar los conceptos y señalamientos del maestro, cuyo papel en estos casos consistirá en encauzar la actividad creativa del alumno.

El alumno con iniciativa por lo general no se encierra en el círculo de su estrecha especialidad y manifiesta un vivo interés hacia la música y los diversos fenómenos sociales y culturales.

Presenté aquí un listado de aquellos rasgos característicos que con mayor frecuencia se encuentran entre los alumnos; naturalmente, no agota por sí mismo toda la diversidad de casos y fenómenos que encontramos en la práctica pedagógica. Es necesario señalar que los rasgos característicos enumerados más arriba, no siempre se presentan, digámoslo así, en estado puro. En ocasiones observamos en un alumno la combinación de diversas cualidades. Dicha circunstancia, una vez más demuestra cuán flexibles deben de ser los métodos por los que nos regimos, aplicables conforme a las particularidades individuales de cada alumno.

Fin de la segunda parte.

Jazz, heavy metal y rap

Conversación entre George Steiner y Antoine Spire

Presentamos en esta ocasión, un sorprendente diálogo entre el filósofo inglés George Steiner y el periodista francés Antoine Spire. Sorprende el tono y el tema de la conversación en la que Steiner se somete a una dura interpelación en torno a tres géneros de la cultura musical: el jazz, el rap y el heavy metal.
Que lo disfruten. GSEM
Antoine Spire: En alguna parte usted cita la frase de Rilke según la cual las obras de arte siempre son el resultado de haber corrido un peligro, de una experiencia llevada a sus últimas consecuencias, hasta donde nadie puede ir más allá. Y cuanto más lejos se va, más singular se vuelve el peligro, más personal, más único. La obra de arte es en definitiva la expresión necesaria, irrepresible, tan definitiva como pueda serlo, de esta singularidad. Lo que significa, en fin de cuentas, que para Rilke tal vez sea posible, a partir de esta cultura superficial -y esto le chocará-, construir una cultura verdadera. ¿Qué permite a usted afirmar que a partir de una pieza de rap no es posible ir hacia la complejidad e integrar poco a poco a ese modo de expresión elementos más y más elaborados hasta lograr algo más trabajado? Soy consciente de no tener ninguna experiencia concreta, pero querría preguntarle si es posible decretar por anticipado las zonas en las que será posible situar la inversión afectiva, sensorial y racional.
George Steiner: Oigo en su voz un cúmulo de dudas. Al cabo de dos mil años tenemos derecho por lo menos a plantear el asunto. ¿Por qué no ha sido así? ¿Por qué el mercado liberal, los medios, el mercado planetario de masas (estamos en la escala planetaria, vivimos la hora de los niveles americanos), por qué nunca ha habido lo que usted describe? Hasta ahora teníamos el derecho de hacer la pregunta, y de ser escépticos… ¡ojalá tuviera usted razón! Mi instinto me dice que una ecuación no lineal, una fuga de Bach, un pasaje de Platón, de Descartes o de Kant, un cuadro de Giorgione jamás serán productos de masa. Quizá usted tenga razón, pero su ejemplo del rap es malo, si me permite que le sea franco. Porque el rap está vinculado, precisamente ahora, a lo mas asesino de nuestras civilizaciones urbanas. El rap, como el heavy metal, es la voz misma de la violencia, de la brutalización del individuo. En un libro titulado Presencias reales intenté mostrar la diferencia ontológica entre el gran jazz, el heavy metal y el rap. Hemos entrado en otra provincia.

A S: ¿Por qué el gran jazz ha logrado pasar una etapa decisiva para transformarse en elemento de cultura? No lo era al principio. ¿Por qué no podría pasar lo mismo con algo que está naciendo? En Tolstoi o Dostoyevski usted dice que la crítica literaria debería nacer de una deuda de amor. Al final, una deuda de amor podría inscribirse en un quehacer cultural asentado en otros dominios culturales distintos de los que hasta ahora hemos inventariado. Y me digo que si así fuera, retomando su ejemplo del heavy metal, ¿no sería una violencia inventada? A partir del momento en que la violencia es inventada, como en un texto, ¿no se puede decir que hay textos literarios muy violentos? ¿No se puede decir que
hay movimientos de jazz muy violentos? ¿Y que se trata de una violencia inventada? Que en este caso esta violencia no esté suficientemente elaborada, trabajada, se lo concedo. Pero en la complejización futura quizá nazcan verdaderos elementos culturales.

G S: Estamos jugando a las adivinanzas. Tal vez tenga razón. Pero el jazz en su volumen es desde luego profundamente humano y clásico. El heavy metal y el rap son ondas sonoras hechas para ensordecer lo que de humano hay en el escuchar. Yo creo que aquí hemos franqueado un umbral, quizá tan importante como el de las grandes matanzas y las grandes violencias políticas. Puedo equivocarme, es también cuestión de edad: el oído se endurece, la sensibilidad se entumece, de eso soy muy consciente. Usted tiene toda la razón: no podemos legislar el futuro. Lo repito, ojalá tenga usted razón.

A S: Si se quiere, todo en mí se entumece ante su petición de principios por la cual sería muy difícil, si no imposible, democratizar lo que usted llama alta cultura. Siento en usted un elitismo (que usted mismo ha confesado) absolutamente deplorable, en el sentido de que sería cerrar el acceso a la cultura a millones de personas. ¿Acaso la democratización de la enseñanza y la consiguiente posibilidad que se abre – no necesariamente realizada, pero abierta- de una reflexión más profunda por parte de la totalidad de la población no condena el elitismo a un pasado hoy superado? Me parece que la cultura -vea las filas de espera para entrar a una exposición de Picasso, por ejemplo- puede estar al alcance de miles de personas, a condición de saber presentársela, a condición de que haya profesores como George Steiner que puedan iniciarnos. Usted ha contado que en Estados Unidos habló en anfiteatros hasta de mil personas, cosa que chocaba porque se decía que no era posible hacer ciencia con mil personas. ¡Sí, que sí! ¡George Steiner da clase a mil personas a la vez!

G S: Es usted demasiado generoso. También yo hice fila para ver la exposición de Picasso, como usted ¡y para ver cuántas otras exposiciones! Usted usa el término “elite” de manera agresiva. El significado del término es simplemente que ciertas cosas son mejores que otras. Para mí eso es todo lo que significa esa palabra. Quiere decir que todavía se tiene derecho a creer que Rilke vale más que Bob Dylan. Es una intuición. También se puede tener la intuición contraria, claro. Intuición contra intuición, diálogo de sordos. Lo que deja perplejo es el poder del capital, del dinero. Que los medios de masa, el mercado totalmente libre que domina nuestra tierra (jamás el dinero aulló como hoy por todo el planeta), la estructura de un trasnochado capitalismo planetario tecnocrático no es la más adecuada, me parece, para la comunicación de valores filosófico, estéticos o, al menos, del pasado. Puede que una cultura –y me encantaría hablarlo con usted- de la ciencia, de la ciencia natural, que el humanismo de mañana sea más bien científico. Entonces habría que retomar todos los argumentos de acceso y tendría a su vez algo que preguntarle: usted, amigo, no es capaz de trabajar altas matemáticas, ni yo. Pero resulta que el acceso a lo más hermoso hoy día, lo más apasionante del pensamiento, oh catástrofe, no es la novela (¿qué vale la novela?, ¡ni hablemos!). No vivimos una alta época literaria sino una era científica. El noventa por ciento de los científicos de todos los tiempos viven hoy, mientras nosotros hablamos. Disponen de nuevas lenguas, lenguas que no necesitan traducción: las matemáticas. Y también esto puede ser un problema de barreras, mucho más grave que el que acabamos de examinar.

A S: ¿Con base en qué escala de valores puede usted afirmar que las matemáticas son más apasionantes hoy que la literatura? Conozco novelas que se escriben hoy en Francia, Portugal, Inglaterra, Estados Unidos, que me parecen lo más exquisito de la literatura (aunque no sean aún conocidas) y que valen a mi parecer todos los Joyce, Kafka, Proust de mañana. Y cuando usted escribe en uno de sus libros la frase de Valery “la esperanza es la resistencia del ser ante las previsiones de su mente”, me digo que haría falta que George Steiner tuviera un poco de esperanza para resistir ante las previsiones de su mente.

G S: Nada impide a su pasión –que es también la mía en calidad de crítico literario principal de The New Yorker desde hace veintisiete años (es mi oficio)- intentar leer todas esas novelas con la mayor de las alegrías y de hablar de ellas. Usted no vive en un medio de alta ciencia. Yo sí, ahí me paso mi vida , en Cambridge. Nombraré tres problemas que en este momento son temas de discusión, diríase de noche y día (exagero): la creación artificial de la vida, los agujeros negros (que son los límites del universo) según la teoría de Hawking y Penrose, y Crick (que descubrió el ADN con Watson) que dice: el ego cartesiano, la conciencia, es una neuroquímica que muy pronto conoceremos. Comparadas con esto, no me guarde rigor, las novelas más extraordinarias y finas me parecen prehistóricas.

Fragmento tomado del libro de entrevistas, La barbarie de la ignorancia, George
Steiner en diálogo con Antoine Spire, editorial El taller de Mario Muchnik, Barcelona, España, 2000.

Petroushka en Viena

La vasta producción musical de los grandes compositores nos revela rasgos escenciales de su personalidad y no siempre tenemos la oportunidad de conocer alguna anécdota vivencial que nos permita conocerlos un poco más a fondo.
Eduardo Arzate Valdés
Fuente: http:\\www.retroklang.com

En Crónicas de mi vida, Igor Stravinsky cuenta lo siguiente respecto del estreno de su ballet Petroushka en Viena a cargo de los Ballets Rusos de Serge Diaguilev y a su “relación” con la ópera Tristán e Isolda de Richard Wagner:
Viena ha dejado en mí un amargo recuerdo. Me sorprendió enormemente la hostilidad con que la orquesta acogió los ensayos de la música de Petroushka. Nunca me ocurrió nada semejante en ningún otro país. Reconozco que en aquella época algunos fragmentos de mi música no eran fáciles de aprender de entrada por parte de una orquesta tan conservadora como la de Viena. Pero nunca imaginé que su odio alcanzara los límites de sabotear manifiestamente los ensayos y de proferir a voz en grito injurias tan groseras como: Schmutzige Musik! (¡Música de mierda!). Por lo demás, esta hostilidad fue compartida por toda la administración, aunque estaba especialmente dirigida hacia el gerente de la Hofoper, un prusiano, pues fue él quien invitó a Diaguilev y a su compañía. Eso hizo estallar la rabia y los celos del ballet imperial vienés. Además, los rusos, en esa época, no contaban con el apoyo de Austria porque la situación política era ya muy tensa. No obstante, la representación de Petroushka concluyó sin grandes protestas e incluso con un cierto éxito, a pesar de los gustos y costumbres caducas de los vieneses. Para mi sorpresa, un operario del teatro, cuya función era la de bajar y subir el telón, me dejó un recuerdo reconfortante. Yo me encontraba casualmente a su lado. Afligido por la decepción de la orquesta, este gentil hombre, con patillas al estilo Francisco José, posó su mano en mi hombro y me dijo: “No esté tan triste. Hace cincuenta años que estoy aquí. No es la primera vez que esto ocurre. Con Tristán pasó lo mismo.”

Puccini y Toscanini

Compositores y directores de orquesta forman una serie de historias que suelen circular por las carreteras del amor y del odio alternativamente. Los protagonistas de la siguiente historia son el compositor italiano Giacomo Puccini (1858-1924),y el director Arturo Toscanini (1867-1957), también italiano.
Eduardo Arzate Valdés
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Para que no piensen que se llevaban mal, comprueben ustedes mismos lo bienavenidos que están en la imagen de arriba, esperando a que el camarero se digne a aparecer por la terraza para poder encargarle un par de cafecitos (Puccini a la izquierda, Toscanini a la derecha).
Bien, el caso es que Puccini tenía por costumbre enviar a sus amigos para Navidad un panettone, que es un dulce típico italiano en esas fechas; en concreto, de la región de la Lombardía. ¿Qué aspecto tiene? Exactamente éste:
Ah, pero los mejores amigos pasan por esos baches que hacen que hasta un simple Buenos días se convierta en un ofensivo insulto. Y eso les debió ocurrir a nuestros protagonistas entre los años 1920 y 1922, época en la que sus relaciones eran, por decirlo suavemente, terribles. El destino, disfrazado de olvido, intervino: Puccini no se acordó de borrar el nombre de Toscanini de la lista de personas a las que debía enviar el tradicional pastel, envíos que no efectuaba él en persona, sino su servicio. Así que, como todos lo años, D. Arturo Toscanini recibió su panettone de parte de Puccini, deseándole unas felices fiestas navideñas. Ya ven ustedes que ese error pudo haberlos reconciliado. Pero, ay, los humanos tenemos nuestro orgullo. Puccini era humano, ergo, tenía su orgullo. Y grande, por lo que puede pensarse a tenor de lo que hizo cuando se dio cuenta de que, ¡horror, le había enviado a Toscanini el panettone! Raudo y veloz, le mandó un telegrama en el que le decía: Panettone enviado por error. No menos rápida fue la respuesta de Toscanini, también en forma de telegrama: Panettone comido por error.

Coordinación de Asuntos Académicos y Administrativos

Coordinación de Asuntos Académicos y Administrativos
Plantel Fernández Leal

Responsable: Claudia González Zaragoza

Profesión: Etnohistoriadora.

Experiencia: Instituto de Investigaciones Históricas Dr. José María Luis Mora con trabajo de investigación en Hemeroteca Nacional y Archivo General de la Nación.

Cursos de antropología dirigidos a la población infantil.

Responsable del Área Administrativa y Logística de escuela particular de nivel básico.

Rolando Lomas Molina

Profesión: Técnico en Informática.

Experiencia: Soporte Técnico en Nacional Monte de Piedad.

Soporte Técnico en Macroservicios de México.

Funciones de la Coordinación de Asuntos Académicos y Administrativos:

1. Enlace entre las diversas Academias del plantel FL con las Coordinaciones de CENART.

2. Apoyo a alumnos y profesores.

3. Atención al público en general.

4. Responsable de optimizar, distribuir y supervisar los recursos materiales del plantel.

5. Responsable del buen desempeño de vigilancia.

6. Supervisión del funcionamiento, mantenimiento preventivo y correctivo de las instalaciones del plantel.

7. Trabajo coordinado con la Subdirección Administrativa.

8. Encargada de Protección Civil.

Es importante mencionar que la oficina de la Coordinación de Asuntos Académicos y Administrativas se mantiene en la oficina de lo que era la Coordinación General del plantel.

Horario de atención: 9:00-16:00 hrs.